Hace un tiempo me vengo preguntando si es posible forzar la solidaridad.

 ¿Podría algún valor ser una ley? 

¿No sería eso como decretarse que ame a alguien o que alguien me ame a mi? 

¿Es eso posible? Por otro lado. ¿Se puede ser solidario todo el tiempo? 

¿O son experiencias momentáneas? 

Hablar de solidaridad no es solidaridad.

La solidaridad sale, o al menos eso observo, del corazón. “Ser solidario” es dar de lo que uno tiene, y no de lo que nos sobra. La solidaridad es un hermoso acto momentáneo que no puede ser forzado. Al menos para que sea genuino. Es un dar de lo que nos cuesta, ya sea material, tiempo, atención, etc.

Es ponerse, al menos por un momento, en el lugar del otro. La solidaridad no conoce de clases sociales ni culturas. Es un valor humano. Un dar sin condiciones y sin esperar absolutamente nada a cambio. Es un instante de pureza del corazón.

La mejor y ,tal vez, única manera de transmitirla y alentarla es ser UNO el ejemplo silencioso del valor que se quiere transmitir. Porque nadie aprende de lo que decimos, sino de lo que hacemos. Vuelvo a repetir. No se puede exigir a nadie ser solidario porque es como exigirle a alguien que ame. No funciona de esa manera.

Los valores se transmiten a través del ejemplo, y no tanto de las palabras. Y para tener una sana cosecha hay que prestarles atención y regarlos todos los días.